Se trata de la Magia del Entusiasmo de Mayte, y Construir la Felicidad de Josè Carlos Garcìa Fajardo, publicados, el primero, en la revista Estampa, del pasado dìa domingo, y el mencionado despuès, en Panorama de 4 de febrero recièn.
Estoy seguro que no son de autoayuda, que poco ayudan, o nada, como, fundadamente, afirman algunos.
Sintèticamente a renglòn seguido me refiero a ambos.
Si tu, amigo lector, pierdes la motivaciòn, el entusiasmo y la alegrìa, caes fàcilmente en un estado de abandono y apatìa que se refleja en todas las àreas de la vida, como, acertadamente, lo sostiene Mayte.
Y es que la felicidad no depende de lo que tengas o de lo que no hayas podido conseguir en la vida.
Construyes tu felicidad cuando abrigas sueños y trabajas para que se hagan realidad. Cuando teniendo metas - por pequeñas o insignificantes que sean -eres capaz de realizarlas, sin pararle a las dificultades. Sabes una cosa, que pereza se combate con diligencia y se logra la eficacia.
Esta opiniòn, sobre la construcciòn de la felicidad, se puede concatenar con el artìculo de Garcìa Fajardo.
El afirma, lo que para mi ha sido un ritornello, que me sirviò para formar a mis hijos, que es màs importante ser que tener. Y recuerdo un libro de Erich Froom sobre el tema.
¨Es una locura valorar el tener antes que el ser, el conseguir grados antes que sabidurìa, el transformar la memoria en un almacèn en lugar de construir una cabeza bien estructurada. No se trata tanto de una cabeza bien llena como de una cabeza bien organizada¨, como dice Montaigne.
Eso de los volunarismos a nada conduce que no sea la decepciòn.
Hay que vivir plenamente disfrutando lo que hacemos.
A mi, en lo personal, me mueven la lectura y la escritura. Me anima la vida orientada hacia lo noble y trascendente. Me entusiasma, ya que hablamos de entusiasmo, una vida con sentido.
Feliz no es el que màs tiene ni el bienestar material es sinònimo de felicidad. Feliz el el que mejor se siente consigo mismo. ¨No es cuanto màs, mejor; sino cuanto mejor, màs¨.
Amigo o amiga, que tienes la valentìa y paciencia de leer lo que escribo, no olvides. La vida con sentido y hacia la trascendencia bien vale la pena. Actùa con entusiasmo y asì construiràs tu felicidad. Te lo aseguro.
Estoy seguro que no son de autoayuda, que poco ayudan, o nada, como, fundadamente, afirman algunos.
Sintèticamente a renglòn seguido me refiero a ambos.
Si tu, amigo lector, pierdes la motivaciòn, el entusiasmo y la alegrìa, caes fàcilmente en un estado de abandono y apatìa que se refleja en todas las àreas de la vida, como, acertadamente, lo sostiene Mayte.
Y es que la felicidad no depende de lo que tengas o de lo que no hayas podido conseguir en la vida.
Construyes tu felicidad cuando abrigas sueños y trabajas para que se hagan realidad. Cuando teniendo metas - por pequeñas o insignificantes que sean -eres capaz de realizarlas, sin pararle a las dificultades. Sabes una cosa, que pereza se combate con diligencia y se logra la eficacia.
Esta opiniòn, sobre la construcciòn de la felicidad, se puede concatenar con el artìculo de Garcìa Fajardo.
El afirma, lo que para mi ha sido un ritornello, que me sirviò para formar a mis hijos, que es màs importante ser que tener. Y recuerdo un libro de Erich Froom sobre el tema.
¨Es una locura valorar el tener antes que el ser, el conseguir grados antes que sabidurìa, el transformar la memoria en un almacèn en lugar de construir una cabeza bien estructurada. No se trata tanto de una cabeza bien llena como de una cabeza bien organizada¨, como dice Montaigne.
Eso de los volunarismos a nada conduce que no sea la decepciòn.
Hay que vivir plenamente disfrutando lo que hacemos.
A mi, en lo personal, me mueven la lectura y la escritura. Me anima la vida orientada hacia lo noble y trascendente. Me entusiasma, ya que hablamos de entusiasmo, una vida con sentido.
Feliz no es el que màs tiene ni el bienestar material es sinònimo de felicidad. Feliz el el que mejor se siente consigo mismo. ¨No es cuanto màs, mejor; sino cuanto mejor, màs¨.
Amigo o amiga, que tienes la valentìa y paciencia de leer lo que escribo, no olvides. La vida con sentido y hacia la trascendencia bien vale la pena. Actùa con entusiasmo y asì construiràs tu felicidad. Te lo aseguro.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo