Secularizar, según la RAE, es hacer secular lo que era eclesiástico. Secular proviene del latín secularis asociado al adjetivo seglar, que es ¨perteneciente o relativo a la vida, estado o costumbre del siglo o mundo¨, que¨no tiene órdenes clericales¨.
Laico viene del latín laicus, y significa no tener ¨ordenes clericales ¨, es decir, que no pertenece, es independiente de cualquier organización o confesión religiosa¨.
Son dos términos: secularización, que es efecto de hacer secular lo religioso, si se quiere un rompimiento con Dios y lo sagrado; y laico. Términos importantes para el desarrollo de La Palabra en esta ocasión.
La Familia es el tema de La Palabra. Me sirve de guía, para su exposición, Benedicto XVI y sus palabras para los prelados de la Conferencia Episcopal Dominicana.
Dice el Santo Padre:
¨El objetivo primordial de vuestro ministerio pastoral ha de ser que la verdad sobre Cristo y la verdad sobre el hombre penetren más profundamente en los diversos estrados de la sociedad dominicana ¨.
Y esto, no exento de dificultades, subsumidas en mi criterio, en ¨un proceso de secularización en el que para muchos, Dios ya no representa el origen y la meta, ni el sentido último de la vida¨, pero hay que hacerlo porque la República Dominicana es ¨un pueblo que tiene un alma profundamente cristiana¨.
La Familia es el objetivo fundamental de la nueva evangelización.
Hay que condenar el hedonismo y la indiferencia religiosa. Hay que apoyar a la Familia, porque ésta es ¨el ámbito donde la persona nace, crece y se educa para la vida, y donde los padres, amando con ternura a sus hijos, los van preparando para unas sanas relaciones interpersonales que encarnen los valores morales y humanos...¨
Las autoridades deben trabajar en favor de la Familia, defendiéndola del drama del divorcio, del aborto y de uniones no acordes con el dominio del Creador sobre el matrimonio, el cual, siempre hay que defender.
Hay que promover a la Familia. Ha de ser obra de obispos, seminaristas y compromiso de todo el pueblo fiel.
Es necesario que los seminaristas se formen de manera integral, de idoneidad humana y cristiana para el mejor desempeño de su futuro ministerio.
Lo mismo con los laicos, que tengan una formación religiosa que los capacite para enfrentar los retos de la sociedad actual.
A los laicos les toca difundir el evangelio, promover los valores humanos y cristianos, para instaurar un orden social más justo y equitativo, según la Doctrina Social de la Iglesia.
Los laicos han de dar ejemplo de honestidad y transparencia en la gestión de sus actividades públicas y privadas frente a la solapada y difundida lacra de la corrupción.
Fuente: VIS 070705 640
Laico viene del latín laicus, y significa no tener ¨ordenes clericales ¨, es decir, que no pertenece, es independiente de cualquier organización o confesión religiosa¨.
Son dos términos: secularización, que es efecto de hacer secular lo religioso, si se quiere un rompimiento con Dios y lo sagrado; y laico. Términos importantes para el desarrollo de La Palabra en esta ocasión.
La Familia es el tema de La Palabra. Me sirve de guía, para su exposición, Benedicto XVI y sus palabras para los prelados de la Conferencia Episcopal Dominicana.
Dice el Santo Padre:
¨El objetivo primordial de vuestro ministerio pastoral ha de ser que la verdad sobre Cristo y la verdad sobre el hombre penetren más profundamente en los diversos estrados de la sociedad dominicana ¨.
Y esto, no exento de dificultades, subsumidas en mi criterio, en ¨un proceso de secularización en el que para muchos, Dios ya no representa el origen y la meta, ni el sentido último de la vida¨, pero hay que hacerlo porque la República Dominicana es ¨un pueblo que tiene un alma profundamente cristiana¨.
La Familia es el objetivo fundamental de la nueva evangelización.
Hay que condenar el hedonismo y la indiferencia religiosa. Hay que apoyar a la Familia, porque ésta es ¨el ámbito donde la persona nace, crece y se educa para la vida, y donde los padres, amando con ternura a sus hijos, los van preparando para unas sanas relaciones interpersonales que encarnen los valores morales y humanos...¨
Las autoridades deben trabajar en favor de la Familia, defendiéndola del drama del divorcio, del aborto y de uniones no acordes con el dominio del Creador sobre el matrimonio, el cual, siempre hay que defender.
Hay que promover a la Familia. Ha de ser obra de obispos, seminaristas y compromiso de todo el pueblo fiel.
Es necesario que los seminaristas se formen de manera integral, de idoneidad humana y cristiana para el mejor desempeño de su futuro ministerio.
Lo mismo con los laicos, que tengan una formación religiosa que los capacite para enfrentar los retos de la sociedad actual.
A los laicos les toca difundir el evangelio, promover los valores humanos y cristianos, para instaurar un orden social más justo y equitativo, según la Doctrina Social de la Iglesia.
Los laicos han de dar ejemplo de honestidad y transparencia en la gestión de sus actividades públicas y privadas frente a la solapada y difundida lacra de la corrupción.
Fuente: VIS 070705 640
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo