Voluntario es la persona que, por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir remuneración por ello.
El Voluntariado es cuando pueda y el tiempo que disponga. Es importante como forma de ayudar a los demás. Por razones ideológicas, éticas y morales, o de carácter religioso, para mejorar la sociedad, cambiar las cosas y transformar el mundo; también, por razones personales, como el sentirse útil, relacionarse con los demás y trabajar con otros.
El Discipulado es ejercicio y cualidad de discípulo de una escuela, para recibir doctrina, educación y enseñanza. Es conjunto de discípulos de una escuela o de un maestro ( RAE ).
Hablar de discipulado implica establecer la diferencia entre voluntario y creyente. El discípulo hace transferencia de vida; siendo creyente es compromiso constante, permanente, es tener sentido de pertenencia; el creyente, no llega a ese grado de compromiso; mucho menos el voluntario que dedica, libremente, parte de su tiempo a la actividad en beneficio de los demás.
El discipulado es un proceso de aprendizaje que logra formar hombres obedientes a Dios, a Jesús, al Espíritu Santo y a la Iglesia. Es un proceso educativo de maestro a alumno para formar líderes religiosos dispuestos a servir a los demás. El discípulo se hace y se reproduce para enseñar y servir a la Iglesia, en sus necesidades, y a los demás. Es un evangelizador lo que se forma con el discipulado.
La virtud teologal expresada en el Discipulado, tiene una proyección que no conoce límites. Es servirle a Dios, a quien se ama por encima de todas las cosas, es amar al prójimo, es evangelizar.
José Carlos García trata el tema en su artículo, Experienciar la sociedad ( Panodi 14-7-08 ), y ante la injusticia social asumir una responsabilidad solidaria. El discípulo no es ajeno a ésta.
Por cierto, resulta interesante la Ley del Voluntariado español que establece: ¨El moderno Estado de derecho debe incorporar a su ordenamiento jurídico la regulación de las actuaciones de los ciudadanos que se agrupan para satisfacer los intereses generales, asumiendo que la satisfacción de los mismos ha dejado de ser considerada como responsabilidad exclusiva del Estado y sociedad¨.
La cita de ley, está contenida en el artículo ya referido.
En el Centro Bíblico Santo Tomás Moro, hacemos ejercicio de discipulado que, el Padre, Laudi de Jesús Zambrano, no los explica, diferenciándolo, acertadamente, del voluntariado. Ese ejercicio lo desarrollamos en el Grupo Cristo Sacerdote. Nuestro Maestro es el Rector de esa Escuela Bíblica: el Sacerdote católico, antes mencionado.
El Voluntariado es cuando pueda y el tiempo que disponga. Es importante como forma de ayudar a los demás. Por razones ideológicas, éticas y morales, o de carácter religioso, para mejorar la sociedad, cambiar las cosas y transformar el mundo; también, por razones personales, como el sentirse útil, relacionarse con los demás y trabajar con otros.
El Discipulado es ejercicio y cualidad de discípulo de una escuela, para recibir doctrina, educación y enseñanza. Es conjunto de discípulos de una escuela o de un maestro ( RAE ).
Hablar de discipulado implica establecer la diferencia entre voluntario y creyente. El discípulo hace transferencia de vida; siendo creyente es compromiso constante, permanente, es tener sentido de pertenencia; el creyente, no llega a ese grado de compromiso; mucho menos el voluntario que dedica, libremente, parte de su tiempo a la actividad en beneficio de los demás.
El discipulado es un proceso de aprendizaje que logra formar hombres obedientes a Dios, a Jesús, al Espíritu Santo y a la Iglesia. Es un proceso educativo de maestro a alumno para formar líderes religiosos dispuestos a servir a los demás. El discípulo se hace y se reproduce para enseñar y servir a la Iglesia, en sus necesidades, y a los demás. Es un evangelizador lo que se forma con el discipulado.
La virtud teologal expresada en el Discipulado, tiene una proyección que no conoce límites. Es servirle a Dios, a quien se ama por encima de todas las cosas, es amar al prójimo, es evangelizar.
José Carlos García trata el tema en su artículo, Experienciar la sociedad ( Panodi 14-7-08 ), y ante la injusticia social asumir una responsabilidad solidaria. El discípulo no es ajeno a ésta.
Por cierto, resulta interesante la Ley del Voluntariado español que establece: ¨El moderno Estado de derecho debe incorporar a su ordenamiento jurídico la regulación de las actuaciones de los ciudadanos que se agrupan para satisfacer los intereses generales, asumiendo que la satisfacción de los mismos ha dejado de ser considerada como responsabilidad exclusiva del Estado y sociedad¨.
La cita de ley, está contenida en el artículo ya referido.
En el Centro Bíblico Santo Tomás Moro, hacemos ejercicio de discipulado que, el Padre, Laudi de Jesús Zambrano, no los explica, diferenciándolo, acertadamente, del voluntariado. Ese ejercicio lo desarrollamos en el Grupo Cristo Sacerdote. Nuestro Maestro es el Rector de esa Escuela Bíblica: el Sacerdote católico, antes mencionado.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo