Ser juez significa oir, de allì, la audiencia. Màs que oir, ESCUCHAR. Hacer del Escuchar un Arte.
Escuchar a las partes.
No sòlo lo debe hacer un juez. En la vida todos tenemos que tomar decisiones y hay unas trascendentales, por tanto, difìciles de asumir. Por tanto, hay que oir y Escuchar con detenimiento, con suma paciencia.
Mi nieta y mi cuñada, Carmela y Anita, respectivamente, me enseñan constantemente a preguntar. En eso de Escuchar hay que Preguntar mucho.
Hay que tener autodominio o autocontrol. Mucha PACIENCIA. Mucho SILENCIO. Este es fundamental para oir o Escuchar.
Hay que tener Capacidad para analizar, observar, investigar, examinar pruebas y evidencias. No Apresurarse para emitir juicios u opiniones o decisiones. Se podrìa incurrir en injusticia o en arbitrariedad. Por tanto, hay que contar con mucha, muchìsima, informaciòn.
Decidir, como arte que es, no debe ir acompañado de sentimientos o razonamientos emocionales. Se incurrirìa en parcialidad, obviamente, se perderìa la imparcialidad.
En la Santa Sede existe la denominada lentitud vaticana.
Lo primero es informarse bien. Es el primer paso, conocer bien el estado de la cuestiòn.
Hay que tener mucho cuidado con la inspiraciòn. Hay que comprobar lo que se nos ocurra.
En El Vaticano se estudian paso a paso las opiniones y se hace con cuidado y esmero. Las instancias se estudian lentamente.
No hay precipitaciòn en las decisiones.
En asuntos de gobierno, de rectorìa, hay que tener presente que la precipitaciòn serìa totalmente desaconsejable, mientras que la paciencia parece mucho màs indicada. Ha habido ocasiones en que las cuestiones se han resuelto solas, simplemente con un poco de tiempo, sin haber intervenido con rapidez.
Para lo relacionado con lo de razonamientos emocionales, aconsejo leer a Walter Riso en El Poder del Pensamiento Flexible, Grupo Editorial Norma, pàgina 224 ; y en lo atinente a lo de la lentitud vaticana, leer a Joseph Ratzinger en La Sal de la Tierra, Quièn es y còmo piensa Benedicto XVI, una conversaciòn con Peter Seewald, Libros Palabra, pàginas 100 y 117.
Hay que cuidar que los derechos humanos sean siempre protegidos y uno de ellos, el del derecho a la defensa que es garantìa de un justo y debido proceso.
Escuchar a las partes.
No sòlo lo debe hacer un juez. En la vida todos tenemos que tomar decisiones y hay unas trascendentales, por tanto, difìciles de asumir. Por tanto, hay que oir y Escuchar con detenimiento, con suma paciencia.
Mi nieta y mi cuñada, Carmela y Anita, respectivamente, me enseñan constantemente a preguntar. En eso de Escuchar hay que Preguntar mucho.
Hay que tener autodominio o autocontrol. Mucha PACIENCIA. Mucho SILENCIO. Este es fundamental para oir o Escuchar.
Hay que tener Capacidad para analizar, observar, investigar, examinar pruebas y evidencias. No Apresurarse para emitir juicios u opiniones o decisiones. Se podrìa incurrir en injusticia o en arbitrariedad. Por tanto, hay que contar con mucha, muchìsima, informaciòn.
Decidir, como arte que es, no debe ir acompañado de sentimientos o razonamientos emocionales. Se incurrirìa en parcialidad, obviamente, se perderìa la imparcialidad.
En la Santa Sede existe la denominada lentitud vaticana.
Lo primero es informarse bien. Es el primer paso, conocer bien el estado de la cuestiòn.
Hay que tener mucho cuidado con la inspiraciòn. Hay que comprobar lo que se nos ocurra.
En El Vaticano se estudian paso a paso las opiniones y se hace con cuidado y esmero. Las instancias se estudian lentamente.
No hay precipitaciòn en las decisiones.
En asuntos de gobierno, de rectorìa, hay que tener presente que la precipitaciòn serìa totalmente desaconsejable, mientras que la paciencia parece mucho màs indicada. Ha habido ocasiones en que las cuestiones se han resuelto solas, simplemente con un poco de tiempo, sin haber intervenido con rapidez.
Para lo relacionado con lo de razonamientos emocionales, aconsejo leer a Walter Riso en El Poder del Pensamiento Flexible, Grupo Editorial Norma, pàgina 224 ; y en lo atinente a lo de la lentitud vaticana, leer a Joseph Ratzinger en La Sal de la Tierra, Quièn es y còmo piensa Benedicto XVI, una conversaciòn con Peter Seewald, Libros Palabra, pàginas 100 y 117.
Hay que cuidar que los derechos humanos sean siempre protegidos y uno de ellos, el del derecho a la defensa que es garantìa de un justo y debido proceso.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo