martes, 4 de diciembre de 2007

Decir las cosas y su precio

En una familia, en una empresa, en cualquier instituciòn, del signo que sea, civil o militar o de cualquier naturaleza, se requiere de clima democràtico, o para decirlo de otra manera, de un ambiente de libertad.
El padre o la madre, el propietario de una empresa, o su director general, el presidente de la repùblica, o el general en el ejèrcito,..., en fin todos los jefes, y por què no decir las cosas, por què callar.
Silencio de focas, risas fingidas, ante el jefe... es el autòcrata, no, es el dictador, o el aspirante a serlo...caca, ojo, no le contrarìes, se pone bravo, se pierde su favor, o los privilegios, o su amistad, o... se pierde...se pierde.
Si algo deberìa hacer un jefe, o un lìder, o un director general, es buscar a alguièn que le diga las cosas, sin miedo. Nada le conviene si no, un atrevido, que le hable claro, con respeto y con fundamento, o que le hable, le diga las cosas... asì de sencillo.
En el fondo de mi alma, en mi corazòn, hay muchas experiencias, de ayer y de hoy, que me llevaron a decir las cosas, de manera sincera, prudente y valiente. Perdì pero ganè, como todo en la vida. No voy a decir lo que perdì... pero si lo que ganè: la tranquilidad de espìritu de decir las cosas. Pienso que ganò mi personalidad y mi fuerza espìritual.
Perorata todo lo antes expuesto ? No sè, a lo mejor si o a lo mejor no, y no es al si ni al no de las elecciones pasadas.
No es perorata. Es la verdad que se desprende de las actuaciones de un autòcrata, aspirante a dictador, Hugo Rafael Chàvez Frìas: un demòcrata a juro.
Y digo demòcrata a juro por una razòn.
El se viò forzado a aceptar un resultado. Por què ? porque encontrò muros de contenciòn democràtica expresados en la posiciòn de la Generaciòn del 2007, la de los jòvenes estudiantes, y en la de una mujer: Tibisay Lucena, que no aceptò, segùn se comenta con elementos convincentes, que se cambiara el resultado segùn los caprichos de Miraflores.
Esos son los muros que debe tener un lìder, un jefe o un director general, o un presidente...
Gente que se pare firme, que diga las cosas...
Ahora sale Vladimir Villegas, que ha tenido y tiene altas posiciones en el gobierno de Chàvez, a decir que èste ¨necesita gente que le diga las cosas¨. Y que hace ¨màs daño el silencio hipòcrita, que la crìtica ¨. Tiene razòn, el ex embajador en Mèxico; pero por què no lo dijo antes. Por què ahora...

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo