Viktor Frankl en su libro El hombre en busca de sentido afirma la habilidad de ver la belleza en cualquier circunstancia, lo que le da significado a nuestras vidas.
Frankl, que nació en Viena en 1905, sufrió mucho en los campos de concentración nazis.
Fue psiquiatra y psicológo.
Creó la logoterapia.
La idea es no aferrarse a los horrores sino ser capaz de ver la belleza en momentos difíciles para poder sobrevivir.
Yo tengo un método.
Tengo miedo, siempre tengo miedo pero vivo haciendo lo siguiente.
Al tener miedo o pensar en algo negativo, doy gracias a Dios porque me permite pensar en lo bueno.
Lo primero que hago es aceptar.
Luego desarrollo paciencia. Conmigo principalmente.
Luego dirijo mi pensamiento a Dios.
Luego acudo a la razón.
Procuro asirme a mi rincón de libertad. Está en mi mente. Y hago uso de la imaginación. Veo a Jesucristo en cualquier aflicción.
Por cierto, en esto del uso de la imaginación es útil cualquier imagen bonita, cualquier hecho agradable, la naturaleza, etc.
Yo diálogo con el miedo.
Lo acepto. Luego le digo vete.
Lo hago con aceptación, paciencia y perseverancia.
Si el miedo toca la puerta, abrirle de inmediato. Seguro que se va.
Y en todo momento, afirmar: Hágase tu Voluntad Dios mio. En tus manos encomiendo mi espíritu y mi cuerpo. Señor aumenta mi Fe. Luego oro. Medito. Apelo a la razón.
No debemos olvidar nunca el darle sentido a la vida, siendo trascendentes y teniendo en consideración que el sentimiento acrisola.
Y con Frankl termino afirmando que, ¨al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa - la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio destino¨.
Frankl, que nació en Viena en 1905, sufrió mucho en los campos de concentración nazis.
Fue psiquiatra y psicológo.
Creó la logoterapia.
La idea es no aferrarse a los horrores sino ser capaz de ver la belleza en momentos difíciles para poder sobrevivir.
Yo tengo un método.
Tengo miedo, siempre tengo miedo pero vivo haciendo lo siguiente.
Al tener miedo o pensar en algo negativo, doy gracias a Dios porque me permite pensar en lo bueno.
Lo primero que hago es aceptar.
Luego desarrollo paciencia. Conmigo principalmente.
Luego dirijo mi pensamiento a Dios.
Luego acudo a la razón.
Procuro asirme a mi rincón de libertad. Está en mi mente. Y hago uso de la imaginación. Veo a Jesucristo en cualquier aflicción.
Por cierto, en esto del uso de la imaginación es útil cualquier imagen bonita, cualquier hecho agradable, la naturaleza, etc.
Yo diálogo con el miedo.
Lo acepto. Luego le digo vete.
Lo hago con aceptación, paciencia y perseverancia.
Si el miedo toca la puerta, abrirle de inmediato. Seguro que se va.
Y en todo momento, afirmar: Hágase tu Voluntad Dios mio. En tus manos encomiendo mi espíritu y mi cuerpo. Señor aumenta mi Fe. Luego oro. Medito. Apelo a la razón.
No debemos olvidar nunca el darle sentido a la vida, siendo trascendentes y teniendo en consideración que el sentimiento acrisola.
Y con Frankl termino afirmando que, ¨al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa - la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio destino¨.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar.
Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo