Era la primera vez que el pueblo a través del voto directo y secreto, elegía a la máxima Autoridad Civil de la República.
Esos comicios se celebraron, de manera transparente, en 1947, y Gallegos obtuvo una votación de más del 70% del electorado.
Ese Presidente de postín y lujo, con un gabinete de la talla de hombres, como Andrés Eloy Blanco y Luis Beltrán Prieto Figueroa, fue derrocado por un artero golpe militar que no fue capaz de respetar la moral de Gallegos, su intelectualidad, ni la voluntad popular.
Ese golpe le arrebató a Venezuela la oportunidad de un ejercicio de las letras y la civilidad, para caer en una dictadura que, siempre encabezó el general Marcos Pérez Jiménez.
Gallegos es ejemplo de dignidad.
A qué viene esta exposición?
A la lectura que hiciera de Una carta de Gallegos, publicada por Quinto Día en la edición correspondiente al 28 de julio.
Esa carta la escribió el 11 de diciembre de 1959.
A quién se la dirigió?
Al General Briceño Linarez.
Había sido condecorado por las Fuerzas Aéreas de Venezuela que encabezaba Briceño Linarez.
La condecoración era la reparación de un yerro cometido por representantes de la institución militar encabezados por Pérez Jiménez. Más que condecoración, un desagravio.
Quería el sector castrense lavar su imagen ante el país.
Gallegos, ante la reinstauración de la democracia, vino a ratificar su grandeza, expresada en esta carta que deseamos glosar y comentar, y porque tiene vigencia.
¨...bien vale la pena sufrir contratiempos y penalidades - en mi caso, desconocimiento de derecho legítimo y privación del goce de la Patria- si al cabo de ello, un buen día nos sale un rasgo de nobleza humana que nos restituya la fe que hayamos perdido.¨
Fe perdida cuando fuera derrocado por esos militares; pero que recupera cuando el pueblo elige, en comicios libres y transparentes, como los recibidos por él, a un nuevo Presidente democrático.
Gallegos recuerda que no desvió su compromiso con ¨la derecha senda escogida¨para aceptar las condiciones que quisieron imponerle esos militares que le derrocaron.
La carta, repito, fue dirigida a Briceño Linarez, digno militar, que, en representación de la Institución Armada, condecoró al civilista, al hombre de letras, al Maestro de Juventudes, como homenaje justo por haberle sido desconocido su derecho legítimo y habersele privado del goce de la Patria.
¨Hablamos para la Venezuela imperecedera que a los hombres transitorios nos exige, imperiosamente, lealtad cotidiana, consecuencia infatigable con la confianza que ella haya depositado en nosotros.¨
De esta manera le habla al militar que, gallardamente, intenta reivindicar a la institución que representa, que negó al pueblo civilidad, libertad y educación, valores que siempre llevan al bienestar, al desarrollo y a la dignidad.
Quizas Gallegos habla al presente cuando la democracia y la libertad se sienten seriamente amenazadas.
Gallegos y Briceño Linarez son símbolos. Uno, que representa la civilidad; y el otro, lo militar; este último con el compromiso de hacer valer la institucionalidad, la legalidad y la democracia venezolanas.
Son dos ¨personificaciones del delicado momento que vive Venezuela¨.
Hoy el pueblo reclama que se le atienda y sobre todo que se le respete. Pide paz, tranquilidad pública para que el trabajo personal sea provechoso y el descanso manera de cultivarse buen espíritu. Pide Concordia.
Esa Concordia la tienen que promover todos los venezolanos. Exige ¨espíritu de sacrificio¨ de los intereses personales. Hay que luchar pacíficamente por la Unidad Nacional.
Pero es absolutamente ¨necesario, señor General, que se desvanezca por completo el temor de que la Institución Armada de la República sea el enemigo fundamental de la democracia venezolana, Esta la necesita para la defensa misma de las instituciones que la rigen, única forma decorosa de existencia de pueblo...¨
Tiene vigencia esta carta de Gallegos a los militares.
Esos comicios se celebraron, de manera transparente, en 1947, y Gallegos obtuvo una votación de más del 70% del electorado.
Ese Presidente de postín y lujo, con un gabinete de la talla de hombres, como Andrés Eloy Blanco y Luis Beltrán Prieto Figueroa, fue derrocado por un artero golpe militar que no fue capaz de respetar la moral de Gallegos, su intelectualidad, ni la voluntad popular.
Ese golpe le arrebató a Venezuela la oportunidad de un ejercicio de las letras y la civilidad, para caer en una dictadura que, siempre encabezó el general Marcos Pérez Jiménez.
Gallegos es ejemplo de dignidad.
A qué viene esta exposición?
A la lectura que hiciera de Una carta de Gallegos, publicada por Quinto Día en la edición correspondiente al 28 de julio.
Esa carta la escribió el 11 de diciembre de 1959.
A quién se la dirigió?
Al General Briceño Linarez.
Había sido condecorado por las Fuerzas Aéreas de Venezuela que encabezaba Briceño Linarez.
La condecoración era la reparación de un yerro cometido por representantes de la institución militar encabezados por Pérez Jiménez. Más que condecoración, un desagravio.
Quería el sector castrense lavar su imagen ante el país.
Gallegos, ante la reinstauración de la democracia, vino a ratificar su grandeza, expresada en esta carta que deseamos glosar y comentar, y porque tiene vigencia.
¨...bien vale la pena sufrir contratiempos y penalidades - en mi caso, desconocimiento de derecho legítimo y privación del goce de la Patria- si al cabo de ello, un buen día nos sale un rasgo de nobleza humana que nos restituya la fe que hayamos perdido.¨
Fe perdida cuando fuera derrocado por esos militares; pero que recupera cuando el pueblo elige, en comicios libres y transparentes, como los recibidos por él, a un nuevo Presidente democrático.
Gallegos recuerda que no desvió su compromiso con ¨la derecha senda escogida¨para aceptar las condiciones que quisieron imponerle esos militares que le derrocaron.
La carta, repito, fue dirigida a Briceño Linarez, digno militar, que, en representación de la Institución Armada, condecoró al civilista, al hombre de letras, al Maestro de Juventudes, como homenaje justo por haberle sido desconocido su derecho legítimo y habersele privado del goce de la Patria.
¨Hablamos para la Venezuela imperecedera que a los hombres transitorios nos exige, imperiosamente, lealtad cotidiana, consecuencia infatigable con la confianza que ella haya depositado en nosotros.¨
De esta manera le habla al militar que, gallardamente, intenta reivindicar a la institución que representa, que negó al pueblo civilidad, libertad y educación, valores que siempre llevan al bienestar, al desarrollo y a la dignidad.
Quizas Gallegos habla al presente cuando la democracia y la libertad se sienten seriamente amenazadas.
Gallegos y Briceño Linarez son símbolos. Uno, que representa la civilidad; y el otro, lo militar; este último con el compromiso de hacer valer la institucionalidad, la legalidad y la democracia venezolanas.
Son dos ¨personificaciones del delicado momento que vive Venezuela¨.
Hoy el pueblo reclama que se le atienda y sobre todo que se le respete. Pide paz, tranquilidad pública para que el trabajo personal sea provechoso y el descanso manera de cultivarse buen espíritu. Pide Concordia.
Esa Concordia la tienen que promover todos los venezolanos. Exige ¨espíritu de sacrificio¨ de los intereses personales. Hay que luchar pacíficamente por la Unidad Nacional.
Pero es absolutamente ¨necesario, señor General, que se desvanezca por completo el temor de que la Institución Armada de la República sea el enemigo fundamental de la democracia venezolana, Esta la necesita para la defensa misma de las instituciones que la rigen, única forma decorosa de existencia de pueblo...¨
Tiene vigencia esta carta de Gallegos a los militares.
Romulo Gallegos el Novelista que escribio Dona Barbara?
ResponderBorrarA veces los pseudovalores imperan si los que apreciamos lo bueno lo permitimos,
Animo Venezuela que ya conoce las dictaduras, hay que usar el voto para derrocarlas, esas son las armas de nuestr milicia, las que no se ven a simple vista pero que tienen mas valor que las del plomo.
Saludos Don Rafael siempre un gusto leerle.